lunes, 3 de septiembre de 2007

De la vida como estampa

Cuando leyó «Sólo nos justifica emplear todo en hacer el mayor mal posible» que comenzaba la carta recibida por su amigo, sintió un espasmo leve y dijo en voz alta «Amén, carajo». Así se encontró de pronto con aquélla morena exótica, besándole las tetas y metiéndole el dedo índice en el culo mientras la penetraba con fuerza, casi con rabia. Y antes se había visto envuelto en una pelea callejera que resultó en las tripas regadas por la acera de un antiguo amigo. Y antes de leer la carta que hablaba de hacer el mal como premisa de vida, se encontraba cruzando la calle y mirando con rabia a un joven que parecía estudiante y que tenía un rostro demasiado perfecto para no ser homosexual.



Ya luego, Pretérito se encontró hojeando fotografías viejas que le devolvían la imagen de Isabel, por las calles de Beirut; y de otra mujer, y de otra más. Se vio a sí mismo pletórico de asco, feliz de rabia, lleno de tedio y cantando su desprecio. La vida es tan absurda y tan deprimente, que molesta sentirse enamorado, ver a alguien contento, oír que alguien te saluda. De pronto lo único que le resultaba auténtico eran las fotografías de Isabel, la única vida que le parecía valer la pena era, precisamente, la de aquellas imagenes de la mujer de marmol, tan hermosa, tan fría y tan viva.

5 comentarios:

Viandante dijo...

Muchos eligen la imagen congelada porque les resulta menos dolorosa que la amistad. En algunos casos la imagen muda es más dolorosa, como siempre, depende del cristal con que se mire.
Un gusto leerte.

Viandante dijo...

Un gusto leerte, aunque no creo en el mal como premisa, conozco a los espíritus que de él se alimentan. En todo caso, buen provecho.

Anónimo dijo...

Que arrecho eso, esas personas estan por todas partes, las que ven todo lo bonito como malo, obstinados de todo y de todos, y no se sabra si esta bien o mal estar asi, ya que no se sabe... Grulla

- JJ dijo...

Como estampas.
A veces la realidad se nos torna incómoda por múltiples motivos que perdemos la emoción. Otras nos quedamos atrapados en lugares a los que no podemos volver, o en sueños que se desvanecen en nuestras manos.

Y sí en esos cuerpos etéreos se vuelven muy interesantes.

Saludos amigo!
Gracias por las palabras y las coincidencias.

Exodo dijo...

La maldad como expresion de algo que no logramos describir..Lo reprimido, degustè la crudeza de tu texto.. una vez mas, ha sido un placer.