domingo, 1 de junio de 2008

¿Cuánto cuesta un alma?

El gran Ciorán dice
"Dios, como no tiene nada que guardar en su casa, de aburrimiento y enojo, deja yermos los jardines del hombre.
No, no; no es la visión de los astros lo que me deslumbrará. Bastante luz he perdido mendigando a las alturas. Harto de toda laya de cielos, he dejado mi alma a merced de los ornamentos del mundo."

y yo, que no soy grande, pero sí vencido, digo
amén




Un beso que dibujaba en la ventana empañada de un autobús, al pasar frente al departamento en el que una vez vivió horas felices. Falsas felicidades en horas reales, o viceversa. Una lágrima que derrama aquélla niña que llora en silencio. La miro, la miro... Ella me mira. Ella llora por mí. Yo no tengo lágrimas con qué llorar mis dolores. Me agoté hace tiempo, y en mi huerto ya no crecen sino frutos espinosos y desabridos. Ella llora por mí, lo sé. Sin embargo no me causa nada, ni ternura, ni agradecimiento, ni paz, ni dolor. Estoy dormido. Cuando duele tanto que ya no sientes nada, así. Así vivo. Así vivimos muchos, dormidos de dolor.

No me lamento, por favor, no me malinterprete, doctor, nada más falso que eso. Yo hace tiempo que no toco a una mujer; hace tiempo que sólo me masturbo. Note, por favor, el acento en la primera O de sólo. No redundo, ¿ve?. Las lamentaciones son para los ilusos, los otros, nosotros, los hincados sobre el barro y la inmundicia, no lamentamos nada, tampoco extrañamos. Vivimos con este dolor a cuestas, sin pensar en más nada que el día en que acabe el viaje. Vivimos adormecidos, viéndolo tantas cosas. Tantas... Es infierno, se lo digo, está acá, y el paraíso, ese no existe. Dios es un personaje que inventó el Diablo, para jodernos más. Siempre él con su humor negro jejejeje...

Doctor... ¿Usted cree que Emilio, ya sabe, Ciorán, se comiera las uñas? Yo lo hago, ¿ve? Y de pronto pensé que esa niña que lloraba por mí, también... Ya sabe, los desdichados y sus cosas...