lunes, 1 de octubre de 2007

Del destino


Ella no lo extrañaba y a él le extrañaba tal situación. Esto, claro, degeneró en el hábito falaz de Pretérito de consumir altas dosis diarias de Agua. Como sabemos, el agua es una droga fatal y súper adictiva, una vez que la pruebas no la puedes dejar.

Se lo pasaba el día entero leyendo revistas de todo tipo, pensando en aquella madrugada en que le atravesó las tripas a su amigo de infancia con el pico de un botella que antes ya le había roto en la cabeza, claro, una cabeza botando sangre es menos escandalosa que un reguero de tripas por el suelo. Se consumía para adentro, como una eclosión ridícula de genes mal juntados en un mismo cuerpo. Era su destino.

Al llegar, años más tarde, donde la bruja, esta le dijo que en su vida anterior había dejado pendiente esa deuda, que era esa, y no otra, la razón por la que estaba en tal hueco existencial. Además le dijo que en alguna ocasión fue un reconocido estratega militar, y también una puta codiciada, una viuda, un poeta pobre del siglo dieciseis en España, el perro de Cleopátra y un uña mal cortada de Enoc. Después, mucho después, incluso, había sido una pipa de Marihuana de un falso emperador Etíope, un Dictador, más bien.

Tal recuerdo, claro, le resultó asqueroso.

3 comentarios:

El Doctor dijo...

Hola Pretérito.Te he visto pasar por mis malditos particulares.Todo es un viaje al fín de la noche.Ya lo ves;más de dos mil años de civilización para encontrarnos todos enlodados en la ciénaga de los muertos.
Un abrazo.

- JJ dijo...

Ese pasado que navega el subconsciente, esas otras vidas que se apoderan del instante. Interesante viaje es el de buscarnos…Ser cualquier cosa que le dé forma a esa existencia exigua. Somos la memoria de otros tiempos?
Sigo pasando
Un abrazo!

Viandante dijo...

Señor Pretérito,
me ha gustado este post, es un poco distinto a lo que he leído de su pluma, me ha agradado. No cometo la osadía de recomendarle ninguna lectura, esas manifestaciones de arrogancia se las dejo a los académicos y a los críticos literarios. Yo prefiero simpelemente leerte.

Un abrazo